miércoles, 21 de noviembre de 2012

REALISMO


El Realismo y el Naturalismo


Teoría:
La segunda mitad del siglo XIX
Es importante conocer la situación histórica y cultural de España en la segunda mitad del siglo XIX.
Situación de España.
Situación históricaSituación socio-cultural
- La burguesía, formada por grandes empresarios y terratenientes, es la clase dominante del país. Se instalan en el poder y se vuelven conservadores y moderados.- Los progresistas, integrados por pequeños empresarios, artesanos y militares de baja graduación, se enfrentan al conservadurismo y a los privilegios de los ricos.
- El proletariado, clase a la que pertenecen los obreros y campesinos, intenta defender sus intereses; socialismo y anarquismo se enfrentan al sistema político dominante. La caída de Isabel II en 1868 abre el camino hacia un gobierno republicano.
- El positivismo, corriente filosófica que surge tras los avances técnicos y científicos, propone la observación rigurosa y la experimentación como únicos métodos para llegar al conocimiento de la realidad. Se desechan las corrientes románticas en las que predominaba el sentimiento y la imaginación. Surge el realismo literario que pretende reflejar la realidad tal y como es.- El evolucionismo es un nuevo método experimental sobre las leyes de la herencia y la evolución de las especies. Este método pretende explicar el comportamiento del hombre. Los escritores naturalistas reflejan estas corrientes en sus obras.
Situación literaria
Los cambios sociales y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en esta segunda mitad del siglo
XIX influyen en la producción literaria. La fantasía y la subjetividad del Romanticismo, así como la expresión libre de sus sentimientos más íntimos son sustituidos por todo aquello que rodea al hombre. El Realismo y el Naturalismo sustituyen al Romanticismo.

El Realismo
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.
Las características básicas del Realismo literario son:
  • Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
  • Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
  • Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
  • Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.
  • El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.

El Naturalismo
El Naturalismo surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, y les gustaba describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto las lacras de la sociedad. La descripción de estos ambientes interesaba en la medida que permitía observar cómo influye un medio hostil sobre la forma de ser de los personajes y cuáles son la reacciones del ser humano en condiciones de vida adversas.

Novelistas del Realismo y el Naturalismo
En esta época, la novela es el género literario preferido. Novelistas importantísimos reflejan los profundos cambios sociales en sus obras. No diferenciaremos autores del Realismo y del Naturalismo ya que todos participaron en ambas corrientes por simple evolución.
  • Juan Valera
Nació en Cabra (Córdoba) en 1824, hijo de una familia noble. Estudió Derecho e ingresó en el cuerpo diplomático, desempeñando diferentes misiones en varios países europeos y americanos. Fue miembro de la Real Academia Española. Comenzó a escribir cuando ya tenía cincuenta años. Murió en Madrid en 1905.
Fue un hombre culto y refinado, de espíritu equilibrado y libre. Su inteligencia y fino sentido estético se manifiestan en su labor como crítico y en su estilo correcto, fluido y elegante; aunque, a veces, adolece de vigor y calor humano.
Su primera obra fue Pepita Jiménez en la que un joven seminarista conoce a una mujer con la que su padre, que es viudo, piensa casarse. El joven va enamorándose poco a poco de ella y, tras largas luchas interiores entre su vocación religiosa y su amor, triunfa el último.
También escribió El Comendador Mendoza, Doña Luz, y una de sus mejores novelas, 

El Realismo y el Naturalismo


Teoría:
La segunda mitad del siglo XIX
Es importante conocer la situación histórica y cultural de España en la segunda mitad del siglo XIX.
Situación de España.
Situación históricaSituación socio-cultural
- La burguesía, formada por grandes empresarios y terratenientes, es la clase dominante del país. Se instalan en el poder y se vuelven conservadores y moderados.- Los progresistas, integrados por pequeños empresarios, artesanos y militares de baja graduación, se enfrentan al conservadurismo y a los privilegios de los ricos.
- El proletariado, clase a la que pertenecen los obreros y campesinos, intenta defender sus intereses; socialismo y anarquismo se enfrentan al sistema político dominante. La caída de Isabel II en 1868 abre el camino hacia un gobierno republicano.
- El positivismo, corriente filosófica que surge tras los avances técnicos y científicos, propone la observación rigurosa y la experimentación como únicos métodos para llegar al conocimiento de la realidad. Se desechan las corrientes románticas en las que predominaba el sentimiento y la imaginación. Surge el realismo literario que pretende reflejar la realidad tal y como es.- El evolucionismo es un nuevo método experimental sobre las leyes de la herencia y la evolución de las especies. Este método pretende explicar el comportamiento del hombre. Los escritores naturalistas reflejan estas corrientes en sus obras.
Situación literaria
Los cambios sociales y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en esta segunda mitad del siglo
XIX influyen en la producción literaria. La fantasía y la subjetividad del Romanticismo, así como la expresión libre de sus sentimientos más íntimos son sustituidos por todo aquello que rodea al hombre. El Realismo y el Naturalismo sustituyen al Romanticismo.

El Realismo
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.
Las características básicas del Realismo literario son:
  • Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
  • Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
  • Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
  • Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.
  • El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.

El Naturalismo
El Naturalismo surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, y les gustaba describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto las lacras de la sociedad. La descripción de estos ambientes interesaba en la medida que permitía observar cómo influye un medio hostil sobre la forma de ser de los personajes y cuáles son la reacciones del ser humano en condiciones de vida adversas.

Novelistas del Realismo y el Naturalismo
En esta época, la novela es el género literario preferido. Novelistas importantísimos reflejan los profundos cambios sociales en sus obras. No diferenciaremos autores del Realismo y del Naturalismo ya que todos participaron en ambas corrientes por simple evolución.
  • Juan Valera
Nació en Cabra (Córdoba) en 1824, hijo de una familia noble. Estudió Derecho e ingresó en el cuerpo diplomático, desempeñando diferentes misiones en varios países europeos y americanos. Fue miembro de la Real Academia Española. Comenzó a escribir cuando ya tenía cincuenta años. Murió en Madrid en 1905.
Fue un hombre culto y refinado, de espíritu equilibrado y libre. Su inteligencia y fino sentido estético se manifiestan en su labor como crítico y en su estilo correcto, fluido y elegante; aunque, a veces, adolece de vigor y calor humano.
Su primera obra fue Pepita Jiménez en la que un joven seminarista conoce a una mujer con la que su padre, que es viudo, piensa casarse. El joven va enamorándose poco a poco de ella y, tras largas luchas interiores entre su vocación religiosa y su amor, triunfa el último.
También escribió El Comendador Mendoza, Doña Luz, y una de sus mejores novelas, Juanita la Larga, cuando tenía setenta años.
Juanita la Larga (Juan Valera)
Como de costumbre, jugaba al tute con la madre; como de costumbre, hablaba con Juanita en conversación general, y Juanita hablaba igualmente y le oía muy atenta manifestándose finísima amiga suya y hasta su admiradora; pero, como de costumbre también, las miradas ardientes y los mal reprimidos suspiros de don Paco pasaban sin ser notados y eran machacar en hierro frío, o hacían un efecto muy contrario al que don Paco deseaba poniendo a Juanita seria y de mal humor, turbando su franca alegría y refrenando sus expansiones amistosas.De esta suerte, poco venturosa y triunfante para don Paco, se pasaron algunos días y llegaron los últimos del mes de julio.
Hacía un calor insufrible. Durante el día los pajaritos se asaban en el aire cuando no hallaban sombra en que guarecerse. Durante la noche refrescaba bastante. En el claro y sereno cielo resplandecían la luna y multitud de estrellas, que, en vez de envolverlo en un manto negro, lo teñían de azul con luminosos rasgos de plata y refulgentes bordados de oro.
Ambas Juanas no recibían a don Paco en la sala, sino en el patio, donde se gozaba de mucha frescura y olía a los dompedros, que daban su más rico olor por la noche, a la albahaca y a la hierba Luisa, que había en no pocos arriates y macetas, y a los jazmines y a las rosas de enredadera, que en Andalucía llaman de pitiminí, y que trepaban por las rejas de las ventanas, en los cuartos del primer piso, donde dormían Juanita y su madre.
En aquel sitio, tan encantador como modesto, era recibido don Paco. Todavía allí, a la luz de un bruñido velón de Lucena, de refulgente azófar, se jugaba al tute en una mesilla portátil, pero no con la persistencia que bajo techado. Otras distracciones, casi siempre gastronómicas, suplían la falta de juego. Juana, que era tan industriosa, solía hacer helado en una pequeña cantimplora que tenía; pero con más frecuencia se entretenían comiendo ora piñones, ora almendras y garbanzos tostados, ora flores de maíz, que Juanita tenía la habilidad de hacer saltar muy bien en la sartén, y ora altramuces y, a veces, hasta palmitos cuando los arrieros los traían de la provincia de Málaga, porque en la de Córdoba no se crían.
  • Benito Pérez Galdós
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843. Se fue muy joven a Madrid donde estudió Derecho. En la capital pasó la mayor parte de su vida dedicándose fundamentalmente a escribir. Murió en Madrid en 1920. Galdós fue un hombre sin prejuicios, abierto a toda idea de progreso y, al mismo tiempo, amaba intensamente a su patria. Vivió de forma tan comprometida con su época que escribió sus obras con la intención de encontrar la raíz de los problemas y explicarlo todo a los demás. Galdós fue un extraordinario narrador, aunque también escribió numerosas obras teatrales.
La producción literaria de Galdóa es enorme. Sólo su narrativa consta de más de setenta volúmenes, clasificados por él mismo en: Episodios Nacionales, Novelas de la primera época y Novelas contemporáneas.
  • Episodios Nacionales. En estas obras, Galdós pretende ofrecer una visión, en forma novelada, de la historia de España del siglo XIX. Consta de cinco series de diez tomos cada una, salvo la última que quedó interrumpida. Los episodios históricos mejor logrados fueron: Trafalgar, El dos de Mayo, Gerona, Zaragoza.
  • Novelas de la primera época. Todas ellas tienen características comunes: tratan problemas políticos y religiosos, profundizan en el estudio psicológico de los personajes y sobre la contradicción entre lo tradicional y lo liberal.Doña Perfecta, La Fontana de Oro, Gloria...
  • Novelas contemporáneas. La mayoría de estas novelas tienen como eje central de su temática la ciudad de Madrid, sus gentes, sus calles y sus barrios. Fortunata y Jacinta, La desheredada, Miau, Tristana, Misericordia...
Trafalgar (Benito Pérez Galdós)
Entre los soldados vi algunos que sentían el malestar del mareo, y se agarraban a los obenques para no caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente en la clase de voluntarios; pero por lo común todos eran de leva, obedecían las órdenes como de mala gana, y estoy seguro de que no tenían el más leve sentimiento de patriotismo. No les hizo dignos del combate más que el combate mismo, como advertí después. A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba en todas las cabezas.Por lo que a mí toca, en toda la vida ha experimentado mi alma sensaciones iguales a las de aquel momento. A pesar de mis pocos años, me hallaba en disposición de comprender la gravedad del suceso, y por primera vez, después que existía, altas concepciones, elevadas imágenes y generosos pensamientos ocuparon mi mente. La persuasión de la victoria estaba tan arraigada en mi ánimo, que me inspiraban cierta lástima los ingleses, y los admiraba al verlos buscar con tanto afán una muerte segura.
Por primera vez entonces percibí con completa claridad la idea de la patria, y mi corazón respondió a ella con espontáneos sentimientos, nuevos hasta aquel momento en mi alma. Hasta entonces la patria se me representaba en las personas que gobernaban la nación, tales como el rey y su célebre ministro, a quienes no consideraba con igual respeto. Como yo no sabía más historia que la que aprendía en la Caleta, para mí era de ley que debía uno entusiasmarse al oír que los españoles habían matado muchos moros primero, y gran pacotilla de ingleses y franceses después. Me representaba, pues, a mi país como muy valiente; pero el valor que yo concebía era tan parecido a la barbarie como un huevo a otro huevo. Con tales pensamientos, el patriotismo no era para mí más que el orgullo de pertenecer a aquella casta de matadores de moros.
  • Leopoldo Alas "Clarín"
Nació en Zamora en 1852, de familia asturiana. Estudió Leyes en Oviedo y se doctoró en Madrid. Fue catedrático de las facultades de Derecho de Zaragoza y Oviedo. Fue un hombre culto, de sólida formación universitaria y aguda capacidad crítica que hizo que fuese temido y respetado.
Escribió una novela muy extensa que está considerada como una de las obras fundamentales del Realismo español: La Regenta, en la que Clarín hace un análisis minucioso y detallado del ambiente hipócrita y corrompido de Vetusta, ciudad donde se desarrolla la acción y que puede ser Oviedo. Satiriza a sus personajes que, bajo apariencias honradas, esconden la hipocresía y la maldad.
Clarín también destacó como uno de los mejores escritores de cuentos de su época, en los que analiza el comportamiento de personas malvadas y llenas de hipocresía. Entre ellos destaca ¡Adiós, cordera! En este cuento se nos narran las peripecias de tres amigos felices e inseparables: Rosa, Pinín y Cordera. Dos hermanos gemelos y su vaca Cordera que son felices en las montañas asturianas alejados de los peligros del mundo. Sólo un palo del telégrafo y un tren que pasa de vez en cuando son indicios de ese mundo. Pero un día ese mundo se llevará primero a la Cordera y luego a Pinín. Rosa se quedará sola con su dolor y sus recuerdos.
¡Adiós, Cordera! (Leopoldo Alas "Clarín")
Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron. A media semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas del desahucio.El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda. Había que pagar o quedarse en la calle.
El sábado inmediato acompañó al Humedal Pinín a su padre. El niño miraba con horror a los contratistas de carne, que eran los tiranos del mercado. La Cordera fue comprada en su justo precio por un rematante de Castilla. Se le hizo una señal en la piel y volvió a su establo de Puao, ya vendida, ajena, tañendo tristemente la esquila. Detrás caminaba Antón de Chinta, taciturno, y Pinín, con ojos como puños. Rosa, al saber la venta, se abrazó al testuz de la Cordera, que inclinaba la cabeza a las caricias como al yugo. (...)
El viernes, al oscurecer, fue la despedida. Vino un encargado del rematante de Castilla por la res. Pagó; bebieron un trago Antón y el comisionado, y se sacó a la quintana la Cordera. Antón había apurado la botella estaba exaltado; el peso del dinero en el bolsillo le animaba también. Quería aturdirse. Hablaba mucho, alababa las excelencias de la vaca. El otro sonreía, porque las alabanzas de Antón eran impertinentes. ¿Que daba la res tanto y tantos xarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? Antón no quería imaginar esto; se la figuraba viva, trabajando, sirviendo a otro labrador, olvidada de él y de sus hijos, pero viva, feliz... Pinín y Rosa, sentados sobre el montón de cucho, recuerdo para ellos sentimental de la Cordera y de los propios afanes, unidos por las manos, miraban al enemigo con ojos de espanto. En el supremo instante se arrojaron sobre su amiga; besos, abrazos: hubo de todo. No podían separarse de ella. Antón, agotada de pronto la excitación del vino, cayó como en un marasmo; cruzó los brazos, y entró en el corral oscuro.
Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, de altos setos, el triste grupo del indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas. Por fin hubo que separarse. Antón malhumorado, clamaba desde casa:
-¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! -así gritaba de lejos el padre, con voz de lágrimas.
Caía la noche; por la calleja oscura, que hacían casi negra los altos setos, formando casi bóveda, se perdió el bulto de la Cordera, que parecía negra de lejos. Después no quedaba de ella más que eltintán pausado de la esquila, desvanecido con la distancia, entre los chirridos melancólicos de cigarras infinitas.
¡Adíós, Cordera! -gritaba Rosa deshecha en llanto-. ¡Adiós, Cordera de mío alma!
-¡Adiós, Cordera! -repetía Pinín, no más sereno.
-Adiós -contestó por último, a su modo, la esquila perdiéndose su lamento triste, resignado, entre los demás sonidos de la noche de julio en la aldea...
 la Larga, cuando tenía setenta años.
Juanita la Larga (Juan Valera)
Como de costumbre, jugaba al tute con la madre; como de costumbre, hablaba con Juanita en conversación general, y Juanita hablaba igualmente y le oía muy atenta manifestándose finísima amiga suya y hasta su admiradora; pero, como de costumbre también, las miradas ardientes y los mal reprimidos suspiros de don Paco pasaban sin ser notados y eran machacar en hierro frío, o hacían un efecto muy contrario al que don Paco deseaba poniendo a Juanita seria y de mal humor, turbando su franca alegría y refrenando sus expansiones amistosas.De esta suerte, poco venturosa y triunfante para don Paco, se pasaron algunos días y llegaron los últimos del mes de julio.
Hacía un calor insufrible. Durante el día los pajaritos se asaban en el aire cuando no hallaban sombra en que guarecerse. Durante la noche refrescaba bastante. En el claro y sereno cielo resplandecían la luna y multitud de estrellas, que, en vez de envolverlo en un manto negro, lo teñían de azul con luminosos rasgos de plata y refulgentes bordados de oro.
Ambas Juanas no recibían a don Paco en la sala, sino en el patio, donde se gozaba de mucha frescura y olía a los dompedros, que daban su más rico olor por la noche, a la albahaca y a la hierba Luisa, que había en no pocos arriates y macetas, y a los jazmines y a las rosas de enredadera, que en Andalucía llaman de pitiminí, y que trepaban por las rejas de las ventanas, en los cuartos del primer piso, donde dormían Juanita y su madre.
En aquel sitio, tan encantador como modesto, era recibido don Paco. Todavía allí, a la luz de un bruñido velón de Lucena, de refulgente azófar, se jugaba al tute en una mesilla portátil, pero no con la persistencia que bajo techado. Otras distracciones, casi siempre gastronómicas, suplían la falta de juego. Juana, que era tan industriosa, solía hacer helado en una pequeña cantimplora que tenía; pero con más frecuencia se entretenían comiendo ora piñones, ora almendras y garbanzos tostados, ora flores de maíz, que Juanita tenía la habilidad de hacer saltar muy bien en la sartén, y ora altramuces y, a veces, hasta palmitos cuando los arrieros los traían de la provincia de Málaga, porque en la de Córdoba no se crían.
  • Benito Pérez Galdós
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843. Se fue muy joven a Madrid donde estudió Derecho. En la capital pasó la mayor parte de su vida dedicándose fundamentalmente a escribir. Murió en Madrid en 1920. Galdós fue un hombre sin prejuicios, abierto a toda idea de progreso y, al mismo tiempo, amaba intensamente a su patria. Vivió de forma tan comprometida con su época que escribió sus obras con la intención de encontrar la raíz de los problemas y explicarlo todo a los demás. Galdós fue un extraordinario narrador, aunque también escribió numerosas obras teatrales.
La producción literaria de Galdóa es enorme. Sólo su narrativa consta de más de setenta volúmenes, clasificados por él mismo en: Episodios Nacionales, Novelas de la primera época y Novelas contemporáneas.
  • Episodios Nacionales. En estas obras, Galdós pretende ofrecer una visión, en forma novelada, de la historia de España del siglo XIX. Consta de cinco series de diez tomos cada una, salvo la última que quedó interrumpida. Los episodios históricos mejor logrados fueron: Trafalgar, El dos de Mayo, Gerona, Zaragoza.
  • Novelas de la primera época. Todas ellas tienen características comunes: tratan problemas políticos y religiosos, profundizan en el estudio psicológico de los personajes y sobre la contradicción entre lo tradicional y lo liberal.Doña Perfecta, La Fontana de Oro, Gloria...
  • Novelas contemporáneas. La mayoría de estas novelas tienen como eje central de su temática la ciudad de Madrid, sus gentes, sus calles y sus barrios. Fortunata y Jacinta, La desheredada, Miau, Tristana, Misericordia...
Trafalgar (Benito Pérez Galdós)
Entre los soldados vi algunos que sentían el malestar del mareo, y se agarraban a los obenques para no caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente en la clase de voluntarios; pero por lo común todos eran de leva, obedecían las órdenes como de mala gana, y estoy seguro de que no tenían el más leve sentimiento de patriotismo. No les hizo dignos del combate más que el combate mismo, como advertí después. A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba en todas las cabezas.Por lo que a mí toca, en toda la vida ha experimentado mi alma sensaciones iguales a las de aquel momento. A pesar de mis pocos años, me hallaba en disposición de comprender la gravedad del suceso, y por primera vez, después que existía, altas concepciones, elevadas imágenes y generosos pensamientos ocuparon mi mente. La persuasión de la victoria estaba tan arraigada en mi ánimo, que me inspiraban cierta lástima los ingleses, y los admiraba al verlos buscar con tanto afán una muerte segura.
Por primera vez entonces percibí con completa claridad la idea de la patria, y mi corazón respondió a ella con espontáneos sentimientos, nuevos hasta aquel momento en mi alma. Hasta entonces la patria se me representaba en las personas que gobernaban la nación, tales como el rey y su célebre ministro, a quienes no consideraba con igual respeto. Como yo no sabía más historia que la que aprendía en la Caleta, para mí era de ley que debía uno entusiasmarse al oír que los españoles habían matado muchos moros primero, y gran pacotilla de ingleses y franceses después. Me representaba, pues, a mi país como muy valiente; pero el valor que yo concebía era tan parecido a la barbarie como un huevo a otro huevo. Con tales pensamientos, el patriotismo no era para mí más que el orgullo de pertenecer a aquella casta de matadores de moros.
  • Leopoldo Alas "Clarín"
Nació en Zamora en 1852, de familia asturiana. Estudió Leyes en Oviedo y se doctoró en Madrid. Fue catedrático de las facultades de Derecho de Zaragoza y Oviedo. Fue un hombre culto, de sólida formación universitaria y aguda capacidad crítica que hizo que fuese temido y respetado.
Escribió una novela muy extensa que está considerada como una de las obras fundamentales del Realismo español: La Regenta, en la que Clarín hace un análisis minucioso y detallado del ambiente hipócrita y corrompido de Vetusta, ciudad donde se desarrolla la acción y que puede ser Oviedo. Satiriza a sus personajes que, bajo apariencias honradas, esconden la hipocresía y la maldad.
Clarín también destacó como uno de los mejores escritores de cuentos de su época, en los que analiza el comportamiento de personas malvadas y llenas de hipocresía. Entre ellos destaca ¡Adiós, cordera! En este cuento se nos narran las peripecias de tres amigos felices e inseparables: Rosa, Pinín y Cordera. Dos hermanos gemelos y su vaca Cordera que son felices en las montañas asturianas alejados de los peligros del mundo. Sólo un palo del telégrafo y un tren que pasa de vez en cuando son indicios de ese mundo. Pero un día ese mundo se llevará primero a la Cordera y luego a Pinín. Rosa se quedará sola con su dolor y sus recuerdos.
¡Adiós, Cordera! (Leopoldo Alas "Clarín")
Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron. A media semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas del desahucio.El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda. Había que pagar o quedarse en la calle.
El sábado inmediato acompañó al Humedal Pinín a su padre. El niño miraba con horror a los contratistas de carne, que eran los tiranos del mercado. La Cordera fue comprada en su justo precio por un rematante de Castilla. Se le hizo una señal en la piel y volvió a su establo de Puao, ya vendida, ajena, tañendo tristemente la esquila. Detrás caminaba Antón de Chinta, taciturno, y Pinín, con ojos como puños. Rosa, al saber la venta, se abrazó al testuz de la Cordera, que inclinaba la cabeza a las caricias como al yugo. (...)
El viernes, al oscurecer, fue la despedida. Vino un encargado del rematante de Castilla por la res. Pagó; bebieron un trago Antón y el comisionado, y se sacó a la quintana la Cordera. Antón había apurado la botella estaba exaltado; el peso del dinero en el bolsillo le animaba también. Quería aturdirse. Hablaba mucho, alababa las excelencias de la vaca. El otro sonreía, porque las alabanzas de Antón eran impertinentes. ¿Que daba la res tanto y tantos xarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? Antón no quería imaginar esto; se la figuraba viva, trabajando, sirviendo a otro labrador, olvidada de él y de sus hijos, pero viva, feliz... Pinín y Rosa, sentados sobre el montón de cucho, recuerdo para ellos sentimental de la Cordera y de los propios afanes, unidos por las manos, miraban al enemigo con ojos de espanto. En el supremo instante se arrojaron sobre su amiga; besos, abrazos: hubo de todo. No podían separarse de ella. Antón, agotada de pronto la excitación del vino, cayó como en un marasmo; cruzó los brazos, y entró en el corral oscuro.
Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, de altos setos, el triste grupo del indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas. Por fin hubo que separarse. Antón malhumorado, clamaba desde casa:
-¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! -así gritaba de lejos el padre, con voz de lágrimas.
Caía la noche; por la calleja oscura, que hacían casi negra los altos setos, formando casi bóveda, se perdió el bulto de la Cordera, que parecía negra de lejos. Después no quedaba de ella más que eltintán pausado de la esquila, desvanecido con la distancia, entre los chirridos melancólicos de cigarras infinitas.
¡Adíós, Cordera! -gritaba Rosa deshecha en llanto-. ¡Adiós, Cordera de mío alma!
-¡Adiós, Cordera! -repetía Pinín, no más sereno.
-Adiós -contestó por último, a su modo, la esquila perdiéndose su lamento triste, resignado, entre los demás sonidos de la noche de julio en la aldea...

lunes, 10 de septiembre de 2012

LA ENEIDA



RESUMEN DE LA OBRA LA ENEIDA DE VIRGILIO
Argumento del libro "La Eneida"
El verdadero objeto de este poema fue el de alagar al pueblo latino y sus soberanos, demostrándoles que sus reyes descendían de ese gran príncipe troyano, la historia de cuya vida había cesado de ser verídica y se había convertido, en su mayor parte, en pura fábula.

En ella veremos como consiguieron los griegos destruir la ciudad de Ilión. Debiese a la inteligencia de Ulises el que terminara en victoria el prolongado sitio. Fue el quien indujo a que se construyera un enorme caballo de madera, dentro del cual se escondieron un gran numero de soldados griegos. Esta mole tan extraña fue conducida sobre ruedas hasta las puertas de Troya y abandonada allí.

Luego los demás soldados griegos volvieron a sus barcos, haciendo ver que se alejaban, como si estuvieran cansados de la guerra. La curiosidad de los troyanos fue lo que los perdió, pues salieron de la ciudad y con gran trabajo consiguieron introducir en ella, el caballo de madera.

Durante la noche salieron del mismo los soldados griegos, sorprendiendo a los troyanos, mientras el resto del ejército, que había aparentado marcharse, retrocedía y penetraba en la ciudad. Troya ardió por los cuatro costados y sus habitantes fueron muertos o huyeron, la hermosa Elena, que había sido la causa de la contienda, fue restituida a su esposo Menéalo, y así terminó el famoso sitio.

En “La Eneida” no empieza el autor contándonos lo referido, sino que comienza con la descripción de una terrible tempestad que sorprende a Eneas, quien después de la caída de Troya (de la ciudad había escapado llevando a su padre en hombros, pero perdiendo a su esposa), había reunido algunos hombres, haciéndose a la mar y llegando a Italia al cabo de siete años.

Durante la gran tempestad naufragaron algunos de los barcos; pero el suyo y seis mas arriban a un puerto de África, en la rica y esplendida región de Cartago, a cuya reina, Dido, cuenta la caída de Troya y el ardid del caballo de madera de que acabamos de hablar. También le describe sus diferentes viajes, desde su huida hasta su llegada a Cartago. Dido no puede menos que admirar al noble príncipe, y desea casarse con él; pero Eneas abandona a Cartago, sin que pueda retenerle los agasajos de la reina; esta, desesperada, se suicida.

Después de llevar anclas con rumbo a Cicilia, donde celebra funerales en nombre de su padre, visita eneas los campos Elíceos, que es el lugar donde los antiguos creían iban las almas después de su muerte, y allí encuentra a su padre, quien le hace ver la raza de héroes que descenderá de Eneas y que gobernará al pueblo latino.

Eneas parte de nuevo, y llega ala tierra de Lacio, o Italia cuyo rey, Latino, le agasaja y promete concederle por esposa a su única hija, Lavinia, heredera de la corona. Pero otro príncipe llamado Turno, rey de los rútulos, pueblo latino, esta enamorado de ella y es favorecido por la madre de ésta. Estalla entonces la guerra entre troyanos y rútulos, en la cual tienen lugar varias sangrientas batallas y, al final, parece que los troyanos, en ausencia de su jefe, van a quedar completamente derrotados. Pero Eneas, que ha recibido un escudo hecho por Vulcano (el mismo dios mitológico que forjó la armadura de Aquiles), y en el cual se hallan simbolizadas las futuras glorias y triunfos de la nación latina, o romana, vuelve al combate y cambia la suerte de la guerra.

En la última batalla debe tener lugar un duelo entre Eneas y Turno; pero los soldados de este consiguen herir al príncipe troyano.
Sin embargo, Eneas es curado de su herida por su madre Venus (una de las diosas en las que creían los romanos), y, depuse de curado, obliga a Turno a batirse con él, consiguiendo matarle.
Así termina la historia de las sorprendentes hazañas de Eneas, tal como se refiere en “La Eneida”.

http://www.youtube.com/watch?v=ZrBAj-SPs28




jueves, 6 de septiembre de 2012

GUERRA DE TROYA


Guerra de Troya


En la mitología griega, la guerra de Troya fue un conflicto bélico en el que se enfrentaron una coalición de ejércitos aqueos contra la ciudad de Troya (también llamada Ilión), ubicada en Asia Menor, y sus aliados. Según Homero, se trataría de una expedición de castigopor parte de los aqueos, cuyo casus belli habría sido el rapto (o fuga) de Helena de Esparta por el príncipe Paris de Troya.
Esta guerra es uno de los ejes centrales de la épica grecolatina y fue narrada en un ciclo de poemas épicos de los que sólo dos han llegado intactos a la actualidad, la Ilíada y la Odisea, ambas obras atribuidas a Homero. La Ilíada describe un episodio de esta guerra, y la Odisea narra el viaje de vuelta a casa de Odiseo, uno de los líderes griegos. Otras partes de la historia y versiones diferentes fueron elaboradas por poetas griegos y romanos posteriores.
Los antiguos griegos creían que los hechos que Homero relató eran ciertos. Creían que esta guerra había tenido lugar en los siglosXIII a. C. o XII a. C., y que Troya estaba situada cerca del estrecho de los Dardanelos en el noroeste de la península de Anatolia (actualTurquía). Por ejemplo, el historiador Heródoto no sólo consideraba segura la guerra, sino que además para él fue la causa originaria de las enemistades entre persas y griegos.1 En tiempos modernos, en cambio, tanto la guerra como la ciudad eran consideradas mitológicas.
Pero en 1870 el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann excavó la colina de Hisarlik, donde creía que estaba la ciudad de Troya, y halló los restos de la antigua ciudad de Nueva Ilión, bajo la cual halló otras ruinas, y debajo de éstas, otras más. Cada una de estas ruinas daba lugar a los restos de distintas ciudades que parecían haber sido habitadas en épocas distintas. Schliemann pretendía hallar la Troya homérica pero, en el curso de los años, él y sus colaboradores hallaron siete ciudades sepultadas y más tarde otras tres. Sin embargo, quedaba por decidir cuál de estas diez ciudades era la Troya de Homero. Estaba claro que la capa más profunda, Troya I, era la prehistórica, la más antigua, tan antigua que sus habitantes aún no conocían el empleo del metal, y que la capa más a flor de tierra, Troya IX, tenía que ser la más reciente.
Algunos historiadores creen que Troya VI o Troya VII deben identificarse con la ciudad homérica, porque las anteriores son pequeñas y las posteriores son asentamientos griegos y romanos. Otros historiadores opinan que los relatos de Homero son una fusión de historias de asedios y expediciones de los griegos de la Edad del Bronce o del periodo micénico, y no describen hechos reales. Los que piensan que los poemas épicos de la guerra de Troya derivan de algún conflicto real, lo fechan entre 1300 a. C.1100 a. C.

El mito:


Antecedentes. El juicio de Paris

Zeus se convierte en rey de los dioses tras destronar a su padre Crono; Crono a su vez había destronado a su padre Urano. Zeus escucha una profecía en que él a su vez será destronado por uno de sus hijos. Otra profecía dice que un hijo de la ninfa Tetis sería más grande que su padre. Posiblemente por alguna de estas razones, Tetis se casó por orden de Zeus con un mortal, el rey Peleo. Peleo y Tetis tuvieron un hijo llamado Aquiles quien, según otra profecía, moriría joven en Troya. Con la esperanza de protegerle, cuando era un niño su madre lo bañó en el río Estigia, haciéndolo invulnerable excepto en el talón, por donde lo sujetó.
Todos los dioses fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis, excepto Eris. Ésta se presentó de improviso en la boda y dejó sobre la mesa una manzana de oro en la que estaba inscrita la palabra kallisti (‘para la más hermosa’). La manzana fue reclamada por HeraAtenea y Afrodita. Zeus resolvió el asunto nombrando árbitro a Paris, un príncipe de Troya, que había sido criado como pastor a raíz de una profecía, según la cual sería el causante de la caída de Troya.
Las diosas quisieron sobornar a Paris: Atenea le ofreció sabiduría, destreza en la batalla y las habilidades de los grandes guerreros; Hera le ofreció poder político y el control de toda Asia, y Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo. Paris concedió la manzana a Afrodita, y regresó a Troya.

El rapto de Helena


Helena y Paris.
La mujer más bella del mundo era Helena. Era hija de Leda, la cual estaba casada con Tíndaro, rey de Esparta, y fue seducida por Zeus en forma de cisne; los informes difieren sobre cuáles de los cuatro hijos de Leda lo eran de Zeus y cuáles de Tíndaro, pero Homero presenta a Helena como hija de Zeus.
Helena tenía muchos pretendientes, y Tíndaro estaba poco dispuesto a elegir uno por miedo a que los otros tomasen represalias. Finalmente, uno de los pretendientes, Odiseo de Ítaca (Ulises en la mitología romana) propuso un plan. Hizo prometer a todos defender el matrimonio de Helena con quien ella eligiese. Ella eligió a Menelao, quien humildemente no hizo la petición por sí mismo, sino enviando a su hermano Agamenón en su lugar. Los dos hermanos vivían en la corte de Tíndaro desde que fueron desterrados de Micenas, después de que su padre, Atreo, fuese asesinado y su trono usurpado por su hermano Tiestes y su hijo Egisto. Menelao heredó el trono de Esparta de Tíndaro, con Helena como su reina, y Agamenón, casado con la hermana de Helena, Clitemnestra, recuperó el trono de Micenas.
Enviado a hacer tratos diplomáticos a Esparta, Paris se enamoró de Helena y, con la ayuda de Afrodita, la raptó o la sedujo, y la llevó de regreso a Troya como esposa. Todos los reyes y príncipes de Grecia fueron llamados a cumplir su juramento y recuperarla.

La jefatura de las tropas

Odiseo estaba casado con Penélope y tenía un hijo, Telémaco. Odiseo para evitar ir a la guerra, se fingió loco y sembró sus campos con sal. Palamedesfue más listo que él y puso a su hijo Telémaco delante del arado. Odiseo se incorporó al no estar dispuesto a matar a su hijo, revelando su cordura y viéndose obligado a ir a la guerra.
El adivino Calcas auguró que nunca podría ser conquistada la ciudad de Troya sin que Aquiles participara en la batalla. Su madre Tetis, sabiendo que Aquiles moriría si iba a Troya, lo disfrazó de mujer en la corte del rey Licomedes en Esciro. Allí tuvo una relación amorosa con la hija del rey, Deidamía, de la que tuvieron un hijo, Neoptólemo. Odiseo descubrió a Aquiles entre las mujeres y consiguió así que participara en la expedición.
Finalmente, se reunió una flota de más de mil barcos al mando de Agamenón.
Los griegos también llevaron los huesos de Pélope, padre de Atreo y abuelo de Agamenón y Menelao, para ayudarles a ganar la guerra. Otro oráculo auguró que serían necesarios para conseguir la victoria.

El viaje a Troya:


Cuando los griegos partieron a la guerra de Troya, se equivocaron de rumbo y fueron a parar a Misia, regida por Télefo. En la batalla, Aquiles hirió a Télefo. Puesto que su herida no cicatrizaba, Télefo preguntó al oráculo y éste vaticinó: «él mismo deberá curarte». Télefo fingió ser un mendigo y pidió a Aquiles que le ayudase a cicatrizar su herida. Aquiles rehusó alegando no tener conocimientos médicos. Odiseo dijo que la lanza había causado la herida y la lanza podría cicatrizarla. Se pusieron pedacitos de la lanza sobre la herida y ésta cicatrizó. Télefo les indicó el camino a Troya agradecido por su curación.
Cuando la expedición se dispuso de nuevo a zarpar desde Áulide, los vientos cesaron. Calcas auguró que la diosaArtemisa estaba castigando a Agamenón por matar un ciervo sagrado (o matar un ciervo en un bosque sagrado) y alardear que era mejor cazador que ella. La única forma de apaciguar a Artemisa era sacrificar a la hija de Agamenón,Ifigenia. Ifigenia fue trasladada desde Micenas hasta Áulide con el falso pretexto de que iba a convertirse en esposa de Aquiles. Cuando llegó, Agamenón se dispuso a sacrificarla pero en el último momento Artemisa sustituyó a la joven por un ciervo y la llevó a Táurica (o Táurida), donde fue sacerdotisa de su culto. Allí era la encargada de sacrificar a todo extranjero que allí llegaba, en honor a Artemisa. Hesíodo dice que se convirtió en la diosa Hécate. En las tragedias deEurípides y Sófocles, el sacrificio de Ifigenia es la principal razón de Clitemnestra para asesinar a su marido al regreso de la hueste de Troya. El asesinato de Agamenón sería, a su vez, vengado por su hijo, Orestes.
Filoctetes era un amigo de Heracles (Hércules en la mitología romana) y, ya que encendió la pira funeraria de Heracles cuando nadie más quiso hacerlo, recibió su arco y sus flechas. Navegó con siete barcos repletos de hombres a la guerra de Troya, donde planeaba luchar en el bando de los griegos. Se detuvieron en una isla para conseguir suministros y allí Filoctetes fue mordido por una serpiente. La herida se infectó y desprendía un gran hedor; y losAtridas, por consejo de Odiseo, ordenaron a Filoctetes permanecer en LemnosMedonte tomó el mando de los hombres de Filoctetes, quien permaneció solo en Lemnos durante diez años.

Inicio de la guerra:


La armada aquea arribó a las playas de Troya, donde se encontró con gran parte del ejército troyano esperándola (arqueros y guerreros).


Mapa de la Tróade.
El oráculo profetizó que el primer griego que pisara tierra sería el primero en morir en la guerra de Troya. Protesilao, líder de los filaceos, satisfizo esta profecía. Héctor mató a Protesilao, y Laodamía, esposa de éste, se suicidó a causa del dolor. Tras la muerte de Protesilao, su hermano Podarces fue a la guerra en su lugar.
Tras una batalla en la playa, los aqueos lograron imponerse. Entre otros, Aquiles mató a un hijo de PoseidónCicno, que luchaba en las fuerzas de Ilión. Cicno era invulnerable a las armas y Aquiles lo estranguló.
Los griegos sitiaron Troya durante nueve años. Las tropas griegas saquearon varias ciudades cercanas y, en el reparto del botín, Agamenón tomó como esclava a Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. Cuando Crises intentó pagar su rescate, fue maltratado, así que pidió a Apolo que castigase a los griegos, y la armada fue azotada por una plaga.




Hechos de la iliada:


El oráculo emitido por Calcas dijo que la plaga solo cesaría si Agamenón devolvía a Criseida a su padre. Enojado por esto, y con Aquiles (que garantizó el cumplimiento del oráculo), Agamenón aceptó devolver a Criseida pero a cambio tomó a la concubina de Aquiles, Briseida. Aquiles y Agamenon discutieron y Aquiles se negó a luchar. Aunque los griegos estaban destinados a ganar la guerra, Aquiles pidió a su madre Tetis que intercediera ante Zeus para asegurarse de que a los griegos les fuese mal hasta que Agamenón se disculpase ante él. Los siguientes días los griegos fueron duramente castigados en la batalla y los principales guerreros, salvo Áyax, fueron heridos gravemente. Los troyanos, liderados por Héctor, avanzaban sin parar sobre las posiciones griegas llegando incluso hasta las naves las cuales comenzaron a prender fuego; lo hubiesen logrado a no ser por la resistencia de Áyax y la llegada de Patroclo.
En vista del peligro, Aquiles había dejado que su compañero Patroclo llevase su armadura y liderase las tropas en la batalla. La llegada de Patroclo le dio nuevos ánimos a los griegos (quienes creían que era Aquiles) y logaron expulsar a los troyanos de las naves. Sin embargo, Héctor dio muerte a Patroclo(con ayuda de Apolo) y se quedó con la armadura de Aquiles tras una ardua batalla que se había desencadenado alrededor del cuerpo sin vida de Patroclo. Loco de dolor, Aquiles juró venganza, mató a Héctor y arrastró su cuerpo atado a su carro alrededor de las murallas de Troya tres veces, y daba 13 vueltas alrededor de la pira funeraria de Patroclo por cada día que pasaba. Aquiles, furioso, se negó a devolver el cuerpo de Héctor a los troyanos para los ritos funerarios hasta que, Príamo, acompañado por Hermes, fue una noche en persona a suplicarle que lo devolviese, con lo que se ablandó y declaró una tregua de doce días mientras durasen los funerales de Héctor.

Muerte de Aquiles:


Poco después de la muerte de HéctorAquiles venció a Memnón de Etiopía y a la amazona Pentesilea (con quien Aquiles tuvo una aventura según algunas versiones). Fue muerto por Paris; bien de una flecha en su talón dirigida por Apolo durante una tregua; o en otra versión, directamente por el dios Apolo. Sus huesos fueron mezclados con los de Patroclo, y hubo juegos funerarios. Como Áyax, se representa viviendo tras su muerte en la isla de Leuce en la desembocadura del Danubio. En Las troyanas y Hécuba, obras de EurípidesPolíxena, hija de Príamo, es sacrificada en la pira fúnebre de Aquiles.
En otra versión bastante diferente de las anteriores,Aquiles había prometido a Príamo que, si consentía el casamiento con su hija Políxena, pasaría a abandonar a los suyos y defender Troya, pero tras concertar una cita en el templo de Apolo Timbreo, fue asesinado por Paris con una daga en la espalda (o una flecha en el talón).

La armadura de Aquiles. La muerte de Áyax:


La armadura de Aquiles era motivo de disputa entre Odiseo y Áyax. Compitieron por ella, resultando vencedor Odiseo. Áyax, encolerizado, juró matar a sus compañeros; comenzó a matar ganado (pensando que eran soldados griegos) y posteriormente se suicidó.
Los griegos capturaron a Héleno, hijo adivino del rey Príamo, y lo torturaron hasta que dijo bajo qué circunstancias podrían tomar TroyaHéleno dijo que ganarían si recuperaban las flechas deHeracles (que estaban en poder de Filoctetes); robaron la estatua troyana de Palas Atenea (llamada Paladio) y convencieron al hijo de Aquiles (Neoptólemo) de que fuese a la guerra.Neoptólemo estaba oculto de la guerra en Esciro, pero los griegos le localizaron.
Odiseo y Neoptólemo trajeron a Filoctetes de Lemnos. Su herida fue curada por Macaón o AsclepioFiloctetes mató a Paris con sus flechas.


El caballo de Troya:

El cerco de Troya duró diez años. Los griegos idearon una nueva treta - un gran caballo de madera hueco. Fue construido por Epeo y lo ocuparon soldados griegos liderados por Odiseo. El resto de la armada griega fingió partir y un espía griego, Simón, convenció a los troyanos de que el caballo era una ofrenda a Atenea a pesar de las advertencias de Laocoonte y Casandra. Los troyanos introdujeron el caballo en la ciudad e hicieron una gran celebración y, cuando los griegos salieron del caballo, la ciudad entera estaba bajo el sueño de la bebida. Los guerreros griegos abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada al resto de las tropas y fue saqueada sin piedad alguna.

Saqueo de Troya y regreso de los supervivientes:


El fantasma de Aquiles se apareció a los supervivientes de la guerra, pidiendo que Políxena, la princesa troyana, fuese sacrificada antes que ninguno pudiese partir. Neoptólemo realizó el sacrificio.
Según la Odisea, la flota de Menelao fue empujada por tormentas hacia Creta y Egipto de donde no pudieron continuar la navegación por la ausencia de vientos. Menelao tuvo que atrapar aProteo, una deidad marina para averiguar qué sacrificios a los dioses debían hacer para garantizarse una travesía segura. Proteo también dijo a Menelao que estaba destinado al Elíseo tras su muerte. Menelao regresó a Esparta con Helena.
Odiseo, tras diez años de viaje (narrados en la Odisea) llegó a Ítaca tras veinte años (los diez de la guerra y los diez de regreso). Durante su travesía estuvo en el país de los cicones (de donde fue gravemente repelido,solo su nave sobrevivió, tras saquear una aldea), en el país de los lotófagos, en la isla de los cíclopes (donde perdió a cuatro de sus hombres), la isla de Eolo (quien le dio la bolsa de los vientos), el país de los lestrigones (quienes se comieron a dos hombres de su tripulación),en la isla de Circe (lugar en el que estuvo un año y tuvo un hijo), en el país de losCimerios (en el cual fue al infierno, donde charló con sus viejos amigo y su madre), en la isla de Calipso (en la que estuvo muchos años) y por último en el país de los feacios. Cuando llegó a Ítaca muchos pretendientes al trono que lo creían muerto entablaron una batalla contra Odiseo, Telémaco, Eumeo y Filiato quienes acabaron con los pretendientes y Odiseo recuperó su reino.
Tras la guerra, el barco de Idomeneo fue alcanzado por una terrible tormenta. Idomeneo prometió a Poseidón que sacrificaría el primer ser viviente que viese cuando volviese a casa si salvaba su barco y su tripulación. El primer ser vivo al que vio fue su hijo, así que lo sacrificó. Los dioses estaban enfadados con el asesinato de su hijo y lo enviaron al exilio a Calabria en Italia.2 Según otra versión, sus propios súbditos en Creta lo enviaron al exilio porque llevó consigo una plaga desde Troya. Huyó a Calabria, y posteriormente a Colofón, en Asia Menor, donde murió. En otra versión, la plaga azota Creta como castigo por el acto de Idomeneo.
Casandra fue ultrajada por Áyax el Menor o arrastrada por este mientras ella se hallaba agarrada a la estatua de Atenea. Luego, mientras Áyax hacía su viaje de regreso a Lócrida, Atenea lanzó un rayo sobre su nave y Poseidón hundió la roca sobre la que Áyax había conseguido sujetarse.
Luego Casandra fue tomada como concubina por Agamenón. Éste regresó a su hogar en Micenas. Su esposa Clitemnestra tuvo una relación con Egisto, hijo de Tiestes, primo de Agamenón. Posiblemente como venganza por la muerte de Ifigenia, Clitemnestra se conjuró con su amante para matar a Agamenón. Casandra pronosticó este asesinato y avisó a Agamenón, pero él la ignoró. Fue asesinado en un banquete o en su baño, según diferentes versiones. Casandra también fue asesinada. El hijo de Agamenón, Orestes, que había estado lejos, regresó y conspiró con su hermana Electra para vengar a su padre. Mataron a Clitemnestra y a Egisto. Orestes se casó con Hermíone y retomó Micenas, convirtiéndose en rey de todo el Peloponeso.
Sobre Astianacte, hijo de Héctor, hay varias versiones de qué le ocurrió durante el saqueo de Troya. La primera relata que fue asesinado por Neoptólemo quien lo arrojó de una torre. Mientras que en la segunda versión formó parte del grupo de troyanos que escaparon junto con Eneas
Neoptólemo tomó a Andrómaca y Héleno como esclavos, casándose con Andrómaca. Se enemistó con Orestes porque Menelao le había prometido a su hija Hermione a él, pero luego quiso que se casase con Neoptólemo. Lucharon, y Neoptólemo murió. Héleno se casó con Andrómaca y reinaron sobre una colonia de troyanos exiliados en lo que una vez había sido el reino deAquiles. Allí lo encontró Eneas en su viaje a Italia.
La reina Hécuba de Troya fue esclavizada por los aqueos. Fue parte del botín otorgado a Odiseo. Cuando los griegos desembarcaron en Tracia, Hécuba se enteró de que su hijo menor, Polidoro, había sido asesinado por el rey Polimnestor y lo asesinó. Sobre su muerte existen tres versiones: la primera, que se suicidó por la desesperación; la segunda, que los griegos la asesinaron; y la tercera, que los dioses la convirtieron en una perra al escuchar su aullido por la muerte de sus hijos.
Licaón fue esclavizado por Aquiles y vendido por éste en Lemnos, pero consiguió volver a Troya y murió en el campo de batalla, a manos de Aquiles.
Puesto que Antenor, cuñado de Príamo, había ayudado a devolver a Helena a los griegos, se le perdonó la vida. Luego, lideró un grupo de troyanos que se asentaron en las costas del Adriático creando una nueva Troya. Se le atribuye la fundación mítica de Padua.
Eneas lideró un grupo de supervivientes lejos de la ciudad, incluyendo a su hijo Ascanio, su trompeta Miseno, su padre Anquises y al médico Yápige. Su mujer Creúsa desapareció durante el saqueo de la ciudad. Huyeron de Troya en varios barcos, buscando establecerse en un nuevo hogar. Arribaron a varios países cercanos que no se mostraron hospitalarios, finalmente les fue profetizado que debían volver a la tierra de sus antepasados. Primero lo intentaron en Creta, que Dárdano había colonizado, pero lo encontraron arrasado por la misma plaga que había expulsado a Idomeneo. Encontraron a la colonia dirigida por Heleno y Andrómaca, pero rehusaron permanecer ahí. Tras siete años llegaron a Cartago, donde Eneas tuvo un romance con Dido. Finalmente los dioses les ordenaron continuar (Dido se suicidó), y llegaron a Italia.
Aquí una profetisa le llevó al inframundo y predijo la grandeza de Roma, que sería fundada por su gente. Negoció un asentamiento con el rey local Latino, y se casó con su hija Lavinia. Esto desencadenó una guerra con otras tribus locales, pero finalmente se fundó el asentamiento de Lavinio. Su hijo Ascanio (Hijo de Eneas o Creúsa o Eneas y Lavinia3 ) fundó Alba Longa. Trescientos años después, según el mito romano, sus descendientes Rómulo y Remo fundaron Roma.